Antes de la carrera

Lo que comes en las horas previas marcará la diferencia entre comenzar con los depósitos de glucógeno llenos o quedarte sin gasolina demasiado pronto. El objetivo principal es llegar a la salida con energía suficiente y con el estómago cómodo, sin digestiones pesadas.

El desayuno debe realizarse entre dos y tres horas antes, con alimentos ricos en carbohidratos fáciles de digerir como:

  • Arroz
  • Avena
  • Pan blanco
  • Fruta

Puedes acompañarlo con un café o té si estás acostumbrado, ya que la cafeína ayuda a mejorar la activación muscular y la concentración.

Lo que conviene evitar son las grasas pesadas —como quesos curados o frituras— y el exceso de fibra, que puede causar molestias intestinales en plena competición. Tampoco es buen momento para experimentar con comidas nuevas: lo ideal es probar este tipo de desayunos en entrenamientos largos para asegurar que tu cuerpo los tolera bien.

👉 Relacionado: Qué desayunar antes de un entrenamiento de ciclismo temprano.

Durante la carrera

El objetivo es mantener la energía al máximo para evitar la caída de rendimiento. La referencia más utilizada es consumir entre 60 y 90 g de carbohidratos por hora, llegando hasta 120 g/h en ciclistas entrenados.

Algunas opciones prácticas son:

  • Geles energéticos → fáciles de asimilar y rápidos.
  • Barritas blandas o de avena → aportan energía más sostenida.
  • Fruta como plátanos o dátiles → fuente natural y económica.
  • Bidones con maltodextrina + fructosa → permiten llegar a cantidades más altas sin molestias digestivas.

Lo recomendable en cuanto a hidratación, es beber entre 500 y 750 ml por hora, alternando un bidón con agua y otro con bebida de carbohidratos y electrolitos (sodio y potasio).

👉 Relacionado: Mejor combinación de maltodextrina y fructosa (2:1 vs 1:0,8), Cómo evitar la pájara en rutas largas.

Después de la carrera

Lo que comes en la primera hora es tan importante como lo que hiciste en carrera. En esta fase el músculo está más receptivo y la reposición de nutrientes marca la diferencia en la recuperación.

La recomendación es ingerir 1–1,2 g de carbohidratos por kilo de peso corporal, junto a 20–25 g de proteína. Esto ayuda a recargar los depósitos de glucógeno y reparar el tejido muscular.

Algunas combinaciones prácticas:

  • Batido recuperador: leche o bebida vegetal + plátano + proteína en polvo.
  • Arroz con pollo y verduras.
  • Tostada de pan blanco con huevos.

Lo ideal es reponer los líquidos y electrolitos perdidos hasta recuperar el peso corporal previo al esfuerzo. Esto se puede lograr con agua, bebidas isotónicas caseras o incluso un caldo salado ligero.

👉 Relacionado: Recuperación post-entreno: qué comer en la primera hora.

Errores comunes

Aunque tengas un plan nutricional claro, muchos ciclistas repiten fallos que pueden arruinar el rendimiento:

  • Saltarse el desayuno o hacerlo demasiado cerca de la salida, lo que puede causar falta de energía o molestias digestivas.
  • Probar un gel, barrita o bebida nueva en plena competición, sin haberlo ensayado antes en los entrenamientos.
  • No calcular bien la cantidad de carbohidratos y quedarse corto, lo que lleva a la temida pájara en las últimas horas.
  • Beber solo agua durante toda la carrera, lo que diluye el sodio y aumenta el riesgo de calambres y fatiga prematura.

Preguntas Frecuentes

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad